Andrea Cavero Tardones, matrona, titulada en el 2009 de la Universidad de Concepción, llegó en el año 2015, por concurso público, a trabajar al Hospital San Juan de Dios de La Serena. Su labor consiste en estar a cargo del cuidado y gestión de la matronería, además del Programa “Chile Crece Contigo”.

Allí Andrea se encontró con un recinto hospitalario muy precario en cuanto a infraestructura, sobre todo en el área de pre parto y parto. También algunas salas de puerperio presentaban una situación precaria.

sala-parto
Así eran las salas de parto con las que se encontró la colega

“No existían salas de atención integral. Había esas mesas ginecológicas antiguas y era lo único disponible para trabajar. También tres camas en hileras donde se atendían a las pacientes en su trabajo de parto y para el parto se las trasladaban a un segundo piso. Tampoco había sala acogedoras para recibir a las usuarias y sus familias. Una de las cosas más críticas, al observar esta realidad y conversar con los funcionarios para hacer un buen diagnóstico, fueron las malas condiciones estructurales como falta de luminosidad y privacidad, lo que dificultaba mucho más nuestro trabajo”, relata la profesional.

A lo anterior, se sumaba que, en general, los profesionales del área de la matronería del hospital no contaban con los conocimientos suficientes sobre el Parto Personalizado. Lo mismo ocurría en otros funcionarios del recinto.

“Solo algunos poseían algún tipo de información y era esperable establecer un cambio. No es que todo lo anterior se hiciera mal, pero sí era deseable contar con otra mirada en beneficio de las usuarias. Dar y generar una respuesta a cada mujer, según sus necesidades”, agrega Andrea.

Cambia, todo cambia

 

sala-parto-2
Este fue el resultado tras un arduo trabajo

Realizado el diagnóstico, la profesional se dio a la tarea de elaborar y presentar una propuesta a la dirección del Hospital San Juan de Dios, la que fue muy bien recibida por su plana ejecutiva. El proyecto estuvo basado bajo el alero del Programa “Chile Crece Contigo” y para ejecutarlo, la ayudo mucho el “Manual personalizado sobre el nacimiento”. Eso fue en febrero del año 2015, en septiembre fue aprobado y en diciembre se inició el proceso de licitación.

“Su objetivo era hacer un cambio de enfoque y de trabajo del área de la matronería, orientado a la adquisición de camas articuladas con doble baranda, camas articuladas para el puerperio, mesas de parto integral, camillas de transporte. Fue un proyecto bastante grande por 103 millones de pesos”, cuenta la matrona.

Y añade: “Hubo una cierta resistencia de algunos profesionales de la salud. La verdad es que costó, porque había una cultura organizacional difícil de pensar para hacer un cambio en poco tiempo. Era el temor de pensar si este cambio sería o no el esperado por todos o, simplemente, sería contar con equipos nuevos”.

En todo caso, se trataba de miedos infundados porque -al poco andar-, Andrea comprobó que las colegas matronas y matrones se comprometieron con la misión y el objetivo del proyecto. Entretanto, a los médicos hubo que evangelizarlos un poco más para que se sumaran a esta iniciativa.

Andrea Cavero Tardones, matrona
Andrea Cavero Tardones, matrona

Andrea califica el proyecto como, después de 4 años, como exitoso. “Creo que ha sido un arduo trabajo porque lo del año 2015 fue solo la adquisición de equipos. En 2016, postulamos a otro proyecto que consistió en la remodelación y habilitación de sala. Es decir, remodelamos todo el área de pre parto, parto y que incluyó un pabellón ginecoobstetro, y, durante el año 2017, empezaron los trabajos hasta agosto del 2018 con una sala completamente nueva”, dice orgullosa.

Y todo no se quedó hasta ahí, pues la profesional menciona que ahora, están tratando de establecer todo el proceso de apego continuo con las familias y se hace a través de la dirección de una matrona. Del mismo modo, el proyecto contempló una capacitación a todos los profesionales del área.

“Esos paradigmas solo se pueden ir cambiando con la capacitación a las personas, involucrándolas. Para eso, hemos traído expertas en el área. Hemos levantado varias estrategias para fortalecer el parto personalizado. Estamos contentos, pero recién estamos empezando, porque existía una cultura organizacional súper difícil de trabajar”, opina.

Hoy el Hospital San Juan de Dios cuenta con salas más acogedoras y amables. “La idea es que vivan, madre y padre, una visión desde su mirada y no la que uno quiera imponer. Estamos acostumbrados a ese paternalismo y nos olvidamos que en el parto, la protagonista es ella. Es la mujer la que se tiene que empoderar de su parto”.

Actualmente el programa ha traspasado las fronteras del propio hospital y se está capacitando a los profesionales de la salud de los CESFAM en Parto Personalizado.

Esta matrona nacida en Puerto Montt, que estudió Obstetricia en la Universidad de Concepción y que labora en La Serena no se detiene. Hoy, se encuentra terminado un Magíster en Salud Pública.