La pandemia no ha terminado y enfrentamos una avalancha de atenciones desplazadas que engrosarán la cuantiosa cifra de muertes en Chile, producto del manejo de la pandemia.

 

Desde los trabajadores y las trabajadoras de la salud y la alianza de pacientes, queremos alertar a la ciudadanía y solicitar su adhesión frente a la denuncia del inminente desmantelamiento por parte del Gobierno de Chile, de los avances que ha tenido la Salud Pública durante la pandemia. Entre los que se cuentan la estrategia de trazabilidad de la atención primaria de salud y la expansión de camas con su respectiva dotación de personal, lo que ha permitido disminuir las brechas históricas del sector y que se verán notablemente perjudicadas.

 

Los reportes desde los distintos territorios del país dan cuenta de cierre de camas, desvinculaciones de miles de funcionarios junto con estrechez presupuestaria que limitan la operación normal de los hospitales que, en varios casos, han debido suspender cirugías electivas y procedimientos diagnósticos.

 

Si consideramos que la pandemia no ha terminado, que el escenario internacional mantiene un alto grado de incertidumbre y han aumentado las libertades individuales, es sumamente necesario mantener y reforzar el control de los brotes por covid19, por medio de la estrategia de trazabilidad; por ello nos parece inentendible su suspensión.

 

Así también, estudios de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile han advertido la avalancha de atenciones desplazadas, entre ellas cánceres no diagnosticados y enfermedades cardiovasculares, las cuales, al quedar suspendidas, contribuirán al aumento sostenido de las cifras de muertes indirectas y asociadas a la pandemia. Es por ello que es inapropiado bajar la capacidad de la red pública, al contrario, se debe reconvertir la fuerza laboral para abordar oportunamente las listas de espera y acelerar con ello las atenciones pendientes; disminuyendo de este modo, la necesidad de comprar servicios y beneficiar a los recintos privados.

 

Hacemos un llamado al Gobierno y al Ministerio de Salud, a seguir reforzando la Salud Pública, no reducir los programas ni rebajar el presupuesto del sector y permitirnos enfrentar con perspectiva social y de derechos humanos, los desafíos actuales y futuros.